SIEMPRE SE ACORDABA DE SU MAMÁ Y DE SUS HERMANOS
Siempre se acordaba de su mamá y
de sus hermanos, y como obra del destino al mirar fotos de sus tres
hermanos, los tres se parecían extraordinariamente a sus tres hijos
varones
Cuando llegó al puerto de Buenos
Aires; con apenas 17 años y solo; tenía hambre y cambió una pocas
monedas italianas que tenía y compró maní(que en Europa no se conocía) y
fue tanta la cantidad que le dieron que no sabía en que bolsillo poner.
Es una anécdota simpática que contaba a sus hijos, Don Francesco Aimo.
Claudio Aimo
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